21 de mayo de 2017

SEMINARIO "VIAJE EN EL TIEMPO:los antiguos y nosotros" MUERTE Y FUNERALES


          Para griegos y romanos era tan importante el recibir sepultura y que en su sepulcro los familiares depositasen ofrendas que aquéllos que quedan insepultos, por morir lejos del hogar familiar, acechan a los vivos ya que el alma no ha encontrado el descanso eterno. Estos espíritus que no encuentran la paz,  se revelan y aparecen en su casa con aspecto de lémur (animal que sale en lan noche con gritos escalofriantes).




          Por ello, entre los castigos se consideraba el destierro peor que la pena de muerte ya que, encontrándose en otra tierra, la familia no podía efectuar el ceremonial de enterramiento y posteriores ofrendas.

                                   

          Estos rituales no son muy diferentes entre Grecia y Roma: el depositar una moneda en la boca del fallecido (óbolo para pagar a Caronte el traslado al Hares), exponer el cuerpo en el atrio de la casa hasta 7 días, extender orégano debajo del cuerpo...Además de las plañideras a sueldo, mujeres que, con diversas expresiones de llanto, como tirarse del pelo, arañarse la cara, gritos y muestras de dolor exagerado, acompañaban todo el ritual demostrando el sufrimiento por la pérdida. Llegaron a ser tan excesivas que Solón promulgó leyes para controlar estas expresiones de aflicción.

                                           

          Los cortejos fúnebres eran muy diferentes en función de la posición económica del fallecido, en las pompas fúnebres de patricios y personajes importantes de la vida social, iban mimos que representaban escenas de la vida del difunto, el cortejo se acompañaba con efigies y máscaras de sus antepasados y se portaban carteles con hechos de su vida. 

                                       

          En las tumbas se escribían epitafios, generalmente de calidad literaria. Además de la belleza artística de los relieves tallados en ellas.

                                      

          Posteriormente al enterramiento el alma experimentaba un viaje, con diferentes maneras de llegar al más allá.                            

          Los Prados Asfocelos   son una región del inframundo griego donde las almas ordinarias eran enviadas después de su muerte. El Tártaro es el lugar donde las almas malvadas y traicioneras son enviadas para sufrir horribles castigos eternamente.      

                                                

          Caronte era el barquero de Hades, el encargado de guiar las sombras errantes de los difuntos recientes de un lado a otro del río Aqueronte si tenían un óbolo para pagar el viaje, razón por la cual, como ya hemos visto, los cadáveres se enterraban con una moneda bajo la lengua.

                                             

          Toda la explicación que, a través de la mitología, los griegos y romanos daban sobre el más allá estuvo acompañada de maravillosas obras pictóricas de maestros de todos los tiempos.

          Las expresiones de dolor de las mujeres eran diversas, como tirarse del pelo arañarse la cara; el objetivo era demostrar el dolor por la pérdida.

                                           
                                                              
     
                                                 
















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