13 de mayo de 2017

SEMINARIO "VIAJE EN EL TIEMPO:los antiguos y nosotros" EL OCIO Y EL NEGOCIO




     El 10 de mayo, en el Buero Vallejo, Dª María del Val Gago, impartió otra conferencia del Seminario "Viaje en el Tiempo", en esta ocasión sobre el Ocio y el Negocio. Como siempre, no defraudó y nos hizo pasar una tarde muy interesante y enriquecedora.



     Las termas y los banquetes, que eran muy importantes en la antigüedad, persisten en la actualidad.
     Los griegos usaban bañeras individuales de terracota. Los más acomodados las usaban de redondas y grandes. El pueblo, en cambio, se duchaba en las fuentes públicas que existían en las ciudades. También había establecimientos para bañarse, solían estar al lado de las palestras (gimnasios). 


     En Roma existían distintos tipos de termas. Las había públicas y privadas. Existían más de 500 termas, con precio muy bajo o gratis. Los romanos pensaban que era una necesidad básica, por ello muchas estaban subvencionadas. Eran muy importantes las Termas de Caracala, en Roma. Necesitaban unos 15.000 m3 de agua al día, y cabían 1600 personas. Fueron remodeladas por Miguel Angel.


     Cumplían un ritual: 1º estaba el vestuario, después había un espacio caliente (50º) al que seguían varias estancias: agua con vapro y caldarium, la sala templada,,,y por último la sala fría. Todas ellas decoradas con pinturas, esculturas y ánforas. Tenía un gran número de empleados. Podían ir las mujeres, pero a distintas horas que los hombres; estos lo hacían por la tarde y ellas por la mañana.



El estringie era una paleta que se usaba para limpiarse el aceite ya que no conocían el jabón.






Tumba del Nadador, año 480 a.C., en Paestum (Italia). Las pinturas representan escenas con banquete funebre.

     Los banquetes eran comidas entre hombre, las mujeres que asistían eran cortesanas, bailarinas... Se amenizaban con música y con todo tipo de distracciones: danzas, tertulias... En ellas se comía y se bebía.  Se celebraban por la noche, ya que la cena era la comida principal,  el desayuno y la comida lo hacían de forma frugal. Se sientan para cenar.


     Se bebía mucho y para ello usaban la "Crátera", que era una vasija  donde se mezclaban el agua y el vino, ya que no bebían el vino puro. Lo repartían con el cyatus o ciato y el quilice o cilica. Un criado llenaba las copas, ricamente decoradas por dentro con escenas de banquetes.
Lo mejor era la conversación después de cenar.




     Se elegía, a los dados, al rey del banquete, que era el encargado de decir cómo se mezclaba, o sea la proporción, el agua y el vino. Se brindaba. El que desobedecía la orden de beber era obligado a hacer distintias cosas: desnudarse, dar vueltas con la oboista en brazos... Se iban pasando una ramita de mirto y el que la tenía recitaba o cantaba o contaba chistes...

     Para los romanos, el banquete era un ritual. Había tres lechos (triclinio) para 9 invitados. Los lugares de honor estaban cerca del anfitrión. Sólo usaban mesas portátiles. La cena era, también la comida fuerte. 
 


     Se echaban la siesta, después iban a la palestra, a las termas y después el paseo. La cena era antes de la puesta del sol. Constaba de aperitivo, ensalada y luego hasta siete platos. Pescado, mariscos, carnes de cerdo, embutidos, pollo, pato, caza, cigüeña, faisanes, morcilla, caracoles y foiegras. Postres; frutas, pasteles, yogur, queso con miel... Después bebían y conversaban.
     La cena era servida por esclavos especializados. Los comensales cogían el plato y comían con los dedos. Hay cucharas pero se utilizaban para ciertas cosas, no para comer. Se lavan a menudo las manos en cuencos. Los desperdicios se tiraban al suelo.
   Los banquetes se amenizaban con bailes, música, canciones....




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