10 de mayo de 2024

Conferencia “La ciencia del cálamo: escribas, textos y bibliotecas, en el antiguo Egipto”


 

El pasado 8 de mayo la Asociación organizó una nueva conferencia sobre Egipto. En esta ocasión con el título "La Ciencia del Cálamo, escribas, textos y bibliotecas", impartida por el Prof. y Dr. en Egiptología D. Antonio Javier Morales. Hizo la presentación el Concejal de Cultura D. Javier Toquero.

 

Uno de los aspectos más atrayentes de la cultura del Egipto faraónico es su escritura, un sistema que mediante los famosos jeroglíficos representó el habla y el pensamiento de los antiguos egipcios desde la época dinástica antigua (aprox. 3000 a.n.e.) hasta la llegada de los romanos. Son muchas las teorías que intentan descifrar cómo se produjo la invención de estos signos (y de sus correspondencias en escritura no-monumental, conocida como “escritura hierática”), aunque aún desconocemos parte de su funcionamiento. Lo que realmente conocemos es el contexto en el que el sistema apareció y el empleo que se le dio a la escritura, primero y sobre todo en el ámbito de la administración central del rey, para pasar a posteriori a servir otros intereses de las elites políticas, las clases sociales más pudientes y los cleros de todo el país. Sin duda alguna, la escritura jeroglífica fue considerada “un regalo de los dioses”.

 

A lo largo de tres milenios la escritura egipcia experimentó numerosas variaciones, aunque la institución que se encargó de su preservación, desarrollo y enriquecimiento –conocida como “la casa de la vida”– no sufrió muchas transformaciones y mantuvo todas las tradiciones milenarias que la hicieron famosa, incluso para los viajeros sirios, griegos y romanos que pudieron ser testigos del trabajo de los escribas. El escriba egipcio aprendía su oficio en una “casa de la vida”, una institución de tipo escolástico asociada a un templo donde iniciaba su aprendizaje para controlar y desarrollar la ciencia del cálamo. Para algunos individuos, ésta era una profesión que le permitiría alcanzar cierto respeto y prestigio a nivel local, entre los suyos; para otros, era la oportunidad de ascender en la administración para lograr puestos entre la elite del poder que rodeaba al faraón egipcio. El aprendizaje era duro, el sistema complejo, pero los beneficios eran alabados en todo el país a través de famosos himnos y canciones sobre el escriba y su trabajo.

 

La labor del escriba dio lugar a un repertorio de escritos de todo tipo. Como en el mundo moderno, en la Antigüedad los diversos trabajos, contextos y necesidades de la administración, las elites y el pueblo requirió de composiciones de todo tipo: desde listados de asistencia al trabajo hasta poemas de amor, la multiplicidad de géneros administrativos, literarios y religiosos fue rica y se convirtió en prueba de la continua actividad de estudio, producción e inspiración de los escribas, sacerdotes y pensadores egipcios a lo largo de tres milenios.

 

Gracias a todos los asistentes por su interés y preguntas interesantes al final de misma.




















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