El día 22 de marzo volvió a llenarse la sala Tragaluz de amigos de
nuestra asociación, ávidos por escuchar al profesor Javier Blanco y sus magníficos
discursos sobre arte.
En este caso Murillo, su obra, su querida Sevilla y el
expolio de sus pinturas a cargo del general napoleónico Soult. La sórdida
realidad de las calles sevillanas, los marginados y sus miradas dulces y
curiosas. Abordó desde la proximidad y la esperanza el género religioso.
Murillo
consiguió fama y prestigio en vida nos contó, y fue durante mucho tiempo el
pintor español más reconocido y cotizado en colecciones y cortes europeas.
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