De buena mañana, el sábado 12 de marzo, 57 socios de Libros y Más
nos encaminamos hacia Burgos. Parada necesaria para entonar a los pasajeros con
un buen desayuno y descanso del conductor cerca de Aranda de Duero.
La primera visita la realizamos
en el Monasterio de San Pedro de Cardeña, abadía trapense, que nos muestra uno
de sus monjes. Fue fundada en el 902 y habiendo vivido épocas de enorme
prosperidad, acumula cantidad de extraordinarias obras que dan idea de su
importancia a lo largo de la historia. Aunque quizá el hecho que más relevancia
le otorga es su vinculación con El Cid. Allí fue enterrado, aunque sus restos
ahora descansan en la catedral de Burgos, según pudimos comprobar al día
siguiente en la visita que realizamos a la misma. Aun así, allí hay numerosos
nichos con el nombre de muchos de sus familiares.
Siguiente parada: Cartuja de
Miraflores, monasterio habitado por monjes cartujos y
antiguo palacio de recreo de Enrique III. Nos quedamos sin palabras ante su espléndido retablo y las joyas
artísticas que contiene este monasterio burgalés. Es Panteón
Real de los padres de la Reina Isabel la Católica, Juan II e Isabel de
Portugal.
Por la tarde, recorrimos el Museo de la
Evolución humana en el que se recopilan y muestran hallazgos de Atapuerca. Ubicado
en un edificio diseñado por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg, recoge gran cantidad de información sobre la historia de
la humanidad, desde 1.300.000 a 50.000 años atrás. Sus exposiciones son
interesantísimas y realmente pasamos una tarde muy agradable contemplando
piezas originales de todo lo extraído en el Yacimiento.
A continuación hicimos un recorrido en trenecito por toda la ciudad, viendo sus numerosos monumentos iluminados en la noche.
Las visitas estrella del viaje las realizamos el domingo, la catedral de Burgos, compendio de historia del arte desde el románico hasta nuestros días, gótico, renacentista, churrigueresco barroco, en cada época los artistas que allí han trabajado, han dejado constancia de su extraordinaria calidad y el amor con el que han conseguido que el conjunto constituya una joya y un deleite para la vista.
El monasterio de las Huelgas, en
la actualidad llevado por monjas cistercienses, tuvo tanto poder en el pasado
que sus Madres Abadesas gozaron de una autonomía tan elevada que llegaron a
tener moneda propia y a estar por encima de la curia episcopal. La riqueza y
belleza con la que allí nos encontramos nos deja una vez más impresionados y
agradecidos por su conservación, a pesar de los saqueos llevados a cabo por las
tropas de Napoleón.
Durante todo el viaje disfrutamos
de la buena organización y de un agradable-amigable
encuentro entre socios y amigos, y después de comer regresamos a Guadalajara.
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